Las rosquillas de anís me recuerdan a cuando era pequeña. Las solía hacer con mi madre los sábados por la tarde para merendar. Me acababan picando las manos de la cantidad que hacíamos!
Y como olía la casa cuando empezaba mi madre a freirlas... era difícil resistir la tentación de coger una antes de que se enfriaran.
La textura es un poquito distinta, es lo que tiene la falta de gluten, pero el sabor es el mismo.
ROSQUILLAS DE ANIS
1/2 huevo
150g harina de castaña
2 TBS aceite de oliva virgen extra
1/4 tsp anis molido (en grano triturado en el mortero)
1/2 tsp miel
4TBS agua
1/2 tsp almidón de yuca
1/2 tsp levadura en polvo
aceite de oliva virgen extra para freir
- Poner a calentar en un cazo el agua. Cuando hierva añadir el almidón de yuca y remover bien hasta que se forme una especie de "masa gomosa" transparente. Reservar.
- En un bol batir el huevo. Añadir el aceite y la miel. Remover un poco.
1/2 tsp levadura en polvo
aceite de oliva virgen extra para freir
- Poner a calentar en un cazo el agua. Cuando hierva añadir el almidón de yuca y remover bien hasta que se forme una especie de "masa gomosa" transparente. Reservar.
- En un bol batir el huevo. Añadir el aceite y la miel. Remover un poco.
- Añadir la harina de castaña, la levadura y la mezcla que teníamos reservada.
- Mezclar bien hasta conseguir una masa homogénea.
- Ir cogiendo porciones y estirarla haciendo un rollito que cerraremos con cuidado para darle forma de rosquilla (si vemos que la masa se desmiga mucho por no tener gluten podemos dejarla en formato bastoncillo).
- Poner en una sartén aceite de oliva a calentar. Ir friendo las rosquillas a fuego medio hasta que estén doraditas.
- Dejar enfriar en un plato con un poco de papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
- Mezclar bien hasta conseguir una masa homogénea.
- Ir cogiendo porciones y estirarla haciendo un rollito que cerraremos con cuidado para darle forma de rosquilla (si vemos que la masa se desmiga mucho por no tener gluten podemos dejarla en formato bastoncillo).
- Poner en una sartén aceite de oliva a calentar. Ir friendo las rosquillas a fuego medio hasta que estén doraditas.
- Dejar enfriar en un plato con un poco de papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
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